Por Rodolfo Giles
La Reforma Laboral del presente gobierno implica cambios importantes para las relaciones entre empresas y empleados, y la concepción misma de los sindicatos. Aunque aún hay varios temas que quedaron pendientes, éstas son algunas consideraciones generales sobre sus consecuencias inmediatas.
El pasado septiembre de 2018, el Senado Mexicano ratificó el Convenio Internacional 98 de la Organización Internacional del Trabajo (“OIT”), que establece los derechos de los trabajadores a afiliarse a los sindicatos de su elección, de manera que la permanencia en el empleo no puede ser condicionada a afiliarse a una determinada organización sindical.
Como consecuencia de lo anterior, el pasado 2 de Mayo, se publicaron diversas reformas a la Ley Federal del Trabajo (y otros cuerpos normativos) para incluir los principios fundamentales establecidos en dicho Convenio 98 de la OIT. Las nuevas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo establecen amplios derechos para que los trabajadores se afilien libremente al sindicato que consideren apropiado, lo que creará un ambiente sindical muy competitivo. La situación puede incluso tener implicaciones críticas, como la posibilidad de tener más de un sindicato en un mismo centro de trabajo y que el trabajador se niegue a pagar cuotas sindicales, entre otras.
Hasta el momento nadie puede predecir las implicaciones que este cambio tendrá en México; sin embargo, todos los expertos coinciden en que la actividad sindical se intensificará. Todos sabemos lo que sucedió en Tamaulipas en los primeros meses de 2019 respecto las huelgas que afectaron varios centros de trabajo. También es relevante comentar, que no existieron cambios al apartado de las relaciones individuales de trabajo, así como el apartado de la subcontratación, lo cual se tiene previsto se discuta en el próximo periodo ordinario de sesiones (Septiembre 2019), también se prevé la obligación de establecer en los contratos de trabajo la designación de beneficiarios a efecto de evitar tardíos procesos de designación de beneficiarios ante los tribunales laborales, ahorrando tiempo y costos para los familiares de los empleados que perdieron su fuente de sustento.
Varias empresas han estado trabajando durante mucho tiempo con “Sindicatos de Protección” que garantizaban la incapacidad de otros sindicatos activos para presentar un emplazamiento a huelga sobre los centros de trabajo ocupadas por los trabajadores que laboran para la empresa. Debido a los nuevos cambios explicados anteriormente, estos “sindicatos de protección” tienden a desaparecer y ya no ofrecerán protección contra sindicatos más agresivos y (reales) activos.
Como se mencionó anteriormente, las leyes laborales mexicanas hacen esencial que las empresas se aseguren de que sus relaciones laborales y sindicales estén conforme a la ley. En un futuro, conforme a la reforma laboral, los sindicatos tendrán representantes designados que servirán de enlace con los empleados del centro de trabajo y serán responsables de resolver las situaciones/conflictos del lugar de trabajo que puedan surgir.
Con estas reformas, las relaciones con el Sindicato deben ser manejadas por el departamento de Recursos Humanos en coordinación con cualquier equipo directivo de la Empresa, éstas deben preparar cursos de capacitación sobre las relaciones sindicales para ser impartidos a todos los gerentes, mandos intermedios, supervisores y líderes a cargo del personal operativo.
Es importante considerar que debido a estos cambios, habrá costos laborales asociados a las reformas laborales. La reforma no solo implica cambios a las prácticas, sino a la entera concepción de lo que representa la mano de obra y el sector laboral en nuestro país.
A pesar de la reforma, hay varios temas que quedan pendientes de ser analizados, revisados y reformados por el Legislativo, desde la situación de las mujeres trabajadoras, la posibilidad de prestar servicios en forma remota (tele trabajo) y que ello se haga de forma más fácil y accesible, entre otras cuestiones. Creemos que es un buen avance, sin embargo queda mucho por hacer para contar con el marco normativo que nuestro país merece con miras a ser un país desarrollado.