¿Felicidad o Confianza?

Por Maritza Morán

¿Qué hace que una fuente de trabajo sea excelente? O mejor dicho, ¿qué hace que una persona quiera trabajar en un lugar y no en otro? ¿La felicidad o la confianza?

La confianza implica seguridad, por definición es la “esperanza firme que se tiene de alguien o algo”. Dentro de una empresa la confianza es el eje fundamental de los excelentes ambientes de trabajo y se puede medir, según la visión del colaborador, mediante la credibilidad de los jefes, el respeto y la imparcialidad con que los colaboradores esperan ser tratados, el compañerismo y el orgullo que el colaborador tiene de su propio trabajo.

Décadas de investigación muestran que los lugares de trabajo con culturas de alta confianza obtienen mayores rendimientos, niveles de innovación, satisfacción del cliente, compromiso de los empleados y agilidad organizacional.

Pero, ¿qué es y qué genera una empresa con un alto nivel de felicidad? La felicidad según el diccionario de la Real Academia Española es el “estado de grata satisfacción espiritual y física”. ¿Pero puede ser considerado, además, una ciencia? Según la organización Happiest Places to Work, así es. Esta organización ha registrado el primer análisis científico que mide la felicidad corporativa en 8 pasos y que ha denominado Happiest Culture Audit©. Algunos de los pasos incluyen: el reconocimiento dentro y fuera de la empresa, el aprendizaje, la diversidad e inclusión, el propósito que tiene cada colaborador dentro de la empresa y las experiencias positivas de cada uno de ellos.

Harvard, London Business School, MIT y Wharton han demostrado que las empresas con un mayor nivel de felicidad obtienen una ventaja competitiva lo que se traduce en mayores ventas, competitividad e innovación. La felicidad, además, promueve: la creatividad para satisfacer al cliente, la atracción de talento, la retención de personal, una mayor responsabilidad por parte de los colaboradores, aspirar a mayores metas y reduce el ausentismo.

Ya sea de manera empírica o científica, se ha comprobado que el estado anímico de los colaboradores impacta de manera contundente en los resultados de una empresa. Por ello, es fundamental que los líderes que quieran tener alguna ventaja competitiva en su sector propicien un ambiente que los haga sentir como en casa.